Hace poco estaba bebiendo en una barra de Rio Piedras junto a Carlos, Cristian y Luke Warm. La cosa es nos emborrachamos y Carlos empezó a cantar canciones de Korn y pompiarse de forma incómoda. Como estábamos borrachos, nos metimos a su carro a escuchar música bien alto.
Cristian se atreve a decir:
Música pa laburar, comer bien sudao y badtripiar con la familia.
Porque todo momento es bueno pa promover mi disco favorito del 2011. Esta cabrón de bueno el combo de bajo y batería; razón suficiente para subirle el volumen a 100 y headbangueal en la lenta, bien soliao y concentraísimo.
Lo bonito de esta canción es que con el intro te obliga a subir el volumen, tanto así que te da el presentimiento de que, como un reloj amarrado a una bomba, algo esta pronto a estallar. Algunos dirían que es como un grito de guerra. Yo les diría que sí, puñeta.
Digamos que bebiste toda la noche, que la jeva esta como en las de dejarse, que no te importa un carajo porque ya le estas tirando a la chamaca que durante todo el puto bachillerato no te hizo caso; trabajas y no sabes ni pa que pero entiendes que con pal de cervezas todo se resuelve: Esta canción en particular ayuda a concentrar todos tus esfuerzos en no ceder al coraje ni al histerismo de los melodramáticos*. También requiere (es más, le es NECESARIO) subir el volumen hasta jon pa sentirlo jondo.
*Nota: Admitimos que llorar es opcional.
Si el hardcore se dio como una especie de “pack-mentality music” esta es su mejor representación en la era moderna. No solo se trata de un himno para los que están hartos, los “young adults” desilusionados, los ponkos que hace mucho aceptaron la muerte de su genero predilecto, sino que también es una canción que resume en todas y cada una de sus líneas cantadas una invitación al “sing-along” (“staple” del género) como un último y grandioso clamor apoteósico del “dead ramone in all of us”. Noten el trabalenguas previo al “sing-along proper” de “D.E.A.D.R.A.M.O.N.E.S” al final. Virtuosismo a gritos.
Juanluís se atreve a decir:
Esta canción tiene el don de la maldad oculto en el riff principal de guitarra. Te la transmite instantaneamente. Y entre más volumen le metas, más malo te sientes. Y sentirse malo está bien cabrón y te da un statuto de intocable. O sea, cuando te sientes malo, todo el mundo siente tu maldad y te respeta y te coge miedo porque se creen que vas a sacar una manopla y le vas a desfigurar la cara a puños.
No sé si te pasa, pero cada vez que escucho esta canción me dan como que ganas de gritarla, cantarla como si me quisiera quedar sin voz después de esta. Cantarla señalando a todas las nenas, haciéndole un bailecito bien sensual pero a la misma vez lleno de furia con las caderas que se mueve al ritmo de la batería. No sé, quizás un día de estos me vez hacíendolo (maybe el sábado en el release party de Campoformio).
pq haber estao en este concierto hubiera estao demasiao de cabrón. así que la ponemos a to’ volumen, nos lamentamos y pensamos en las posibilidades del viaje por el tiempo.
Este disco completo merece escucharse con las bocinas a punto de explotar, en el carro, pisando el acelerador a más de 80 mph y si es posible, por zona escolar a eso de las 3:05 de la tarde, atropellando a todos los niños que estén cruzando, también a los padres, luego virar en U y meterte por la acera y aplastar a los que queden. Luego sacar el puño izquierdo por el cristal y gritar algo asi como Que viva Annonymous. No sé.
¿enverdad merece explicación? bueno...esta canción es como para escucharla con los audífonos puestos, en el tren, en la guagua ama, en el consultorio médico, en fila del banco, en la biblioteca de la universidad, en fin, en cualquier sitio que se supone que se guarde silencio. La cosa está en que la música esté tan alta que los tímpanos te quieran explotar. Que la gente que está al lao tuyo te miren mal, digan para asi mismo que te vas a quedar sordo, pero que a la misma vez sonrían por la canción tan cabrona que estás escuchando.
LukeWarm se atreve a decir:
Andábamos de camino al Túnel de Guajataca en una Cherokee del 98 roja que pertenecía al hermano súper caco de Rafi que era el que nos pompeó a acompañarlo por que su ex estaba en ese party, aunque nosotros no lo sabíamos hasta que llegamos allá. Ni sabíamos que nos la íbamos a mamar esperándolo a él hasta las nueve de la mañana con una puñetera calor en su guagua mientras el hacía que le metía con glow sticks ya a plena luz del día. Antes de eso, de camino hizo de dj invitado el vecino de Rafi que ni me acuerdo el nombre, un cabrón de estos bien cool que se peinaba el pelo pa que saliera por encima de la visera y que peleaba por horas estableciendo que algo no era drum & bass, sino en efecto, jungle. Yo lo odiaba, o sea, el mamón tenía un cabrón tatuaje de un bar code en el cuello, pero whatever, la cosa fue que decidió poner este cd que tenía como una playa al frente que luego me enteré que era The Fat of the Land. “¿Te gusta Prodigy?” me dijo el cabrón cool aquel a lo cual yo en un acto de wanabí intenso dije “claro” aunque nunca lo había escuchado antes. No se si eran las bazookas en el baúl abierto de la guagua, o la borrachera que teníamos, o que era chamaquito e impresionable, pero aquella mierda sonaba tan fukin cabrón. Pal de años después vino Prodigy y pude comprobar que sonaba igual de cabrón en vivo, incluso con lluvia en el fukin Anfi. También comprobé que el amigo de Rafi era un fukin ridículo, cuando lo vi por allí ya metío en sus treintones cuarentishit, vestío de guaynabicho, empastillau hasta el culo, con la visera todavía al palote, gracias a ello entendí que siempre fue un morón y que solo fue impresionante su conocimiento musical cuando uno tenía quince, y viviendo en aquello tiempos sin Internet, no sabía, na de na.
Aphex Twin- Come to Daddy
Yo odio los aviones y trato de meterme Panadol PM hasta por las orejas cuando viajo precisamente para picharle al hecho de que estoy atrapado en un sitio chiquito que va bien rápido y bien alto y que en cualquier momento puedes explotar conmigo adentro. En mi cuarto as a teen lo que había era un radio jodío que había heredado del papá de mi hermano, no era en particular la maquina de mayor fidelidad y con el mejor sonido del mundo pero resolvía. Paso que unas navidades iba para casa de mi tía en Ohio y me llevé prestado el cd player de mi tío que estaba viviendo por un tiempo en casa de abuela por que la mujer lo había botau de la de él. El cabrón siempre ha sido un tech geek y tenía estos únicos bellacosos audífonos Pioneer nuevecitos que eran la ostia de las fukin ostias. Comparado a mi radio aquello era Dolby fukin kinda shit. Por si acaso, cuando digo “me lleve prestado” significa que se lo iba a devolver, no que se lo pedí. La mierda fue que estando en Ohio en casa de titi Sue decidí salir a frontiar con mis súper audífonos, para sentirme menos mierda que el chorro de nenes jinchos aquellos con Game Gears y juegos de Lion King, que no me hablaban por que dique “We can’t understand him Grandma Sue.” Obviamente yo andaba en unas tennis bien mierda, de esas que resbalan hasta en la arena y estaba en Ohio, capital de los pisos helados, los resbalones y las matás, no bien salí por la puerta, habría dado diez pasos a lo mas después del escalón, cuando sentí que debajo de mi el cabrón animal del destino se reía mientras tiraba de la sabana del piso y yo como guanábana caía de culo y no solo de culo sino de laito, utilizando el audífono derecho y la nalga del mismo lado para aterrizar y con ello destruir la bocina de los preciados audífonos. Nadie vino a socorrerme y me tuve que parar y sentarme a contemplar que haría. Adolorido subí de nuevo a la casa y me senté nervioso a ver que hacía. Le pregunte por la UHU a titi Sue y los monté con calma, sintiéndome al final orgulloso por tan excelente trabajo. Parecían nuevos, aunque no se escuchaban tres carajos. Asi mismo piché al tema y cuando regresamos a Puerto Rico, los puse en su sitio y no dije nada. Mi tío, ni se enteró y cuando los fue a usar me pregunto si los había usado, a lo que dije que no y con mi cara de bueno no dudo ni un segundo. Me pidió acompañarlo a la tienda de Plaza, me compro un Ninja Turtle en Gitty’s Toys y hasta me compró mantecado. Los audífonos los devolvió y le dieron unos mas cabrones con el cablecito como forrado con una telita de esos de recording studio, esos me los prestaba en su cuarto y cuando al final se fue de casa de abuela los heredé. Moraleja de esta historia, ninguna, si sabes truquear todo sale bien y si estas en el sitió correcto cuando la mujer de tu tío lo perdona y se muda devuelta a su casa te quedas con cd’s, audífonos con telita, pósters gufiaus y una que otra revistita porno de las buenas, de las que hay gente fukiando, no solo tetas. Y btw, los cabrones jinchos vinieron a Puerto Rico hace como tres años atrás pa despedida de año y nos los vacilamos como sendos pendejos y los hicimos pasar mil badtrips y les sacamos el vivir haciéndolos que compraran beers y whisky y haciéndoles que nos hicieran mandaos y cobrándoles el triple si buscábamos las cosas nosotros. Moraleja ahora si, pendejo, cualquiera la monta cuando es home team, recuérdate de eso cuando bajes pa la cancha del otro, fukin asjol.
Esta gente son tan fokin ostia. Eso es todo, bueno a parte me recuerdan a fumar Camel sin filtro, a orinar detrás del zafacón de Doña Ana, a la biblioteca de naturales tarde en la noche y la jeva salvadoreña que tenía por boca un vacuum, al Seven Eleven de Rio Piedras cuando no era el ‘tuenifor’ y cuando aun estaba al lado del Church que ya tampoco existe y un combo de dos Big Bites con un Super Big Gulp costaban $1.99 sin tax. A chichar, si otra vez con la chichaera, parau en baños públicos sin condón, cuando no tenía casi cien libras de sobrepeso y no usaba excusas de que me duele la rodilla para evitar venirme muy rápido. Me recuerda al parking del Caribe Hilton cuando era el motel de los jóvenes y pobres y uno pagaba dos pesos y el guardia sabía y no le importaba un carajo y la gente iba hasta con neveritas. Hay juventud, fukin juventud, milagro que salí ileso sin un sífilis bien cabrón un chancro de siete pares. Y btw, Tom Morello es tan y tan y tan #elPapaDeLosHelados que no es ni gracioso, que canción mas bichota, si no te gusta RATM mámate un culo e preso, y si vas a decir que se parecen a esto o aquello o que si les faltaba esto y blablablá es por que eres un asshole #baidifolt.
Entiendo cuan cliché y ridículo puede ser plagar esto de anécdotas sexuales, mas sin embargo, no puedo dejar de hacer la conexión entre un audio ensordecedor y pues, eso. Recuerdo que estaba recién dejado de ‘la novia con la que estuve medio siglo’ y estaba jodio y badtripiau pero de que full. Había recién comenzado a trabajar en este sitio en la calle Fortaleza, Blend, otro restaurant lounge kinda shit con electrónica a to fuete, over priced drinks y creative cuisine, which means, rissotto con random ingredient, salsas de parcha y tamarindo, cilantro everywhere, sabores orientales en todo, un cojón de sweet chili sauce e infusiones de lo mismo con un poquito de “fuck not again.” La cosa fue que me iba para Disney con mi familia en unos días y decidí que siendo mi último día de trabajo por las próximas tres semanas me iba a quedar a darme un par de drinks. Los pal de drinks y otro par y las tres de la mañana después fue que me llama la susodicha ex. No iban tres meses de dejaus pa esto, que dique estaba por el Viejo San Juan por Rumba y que donde yo estaba. Against my better instinct y con el huevo ya a medio posillo solo de escucharla con la lengua pesa en el teléfono con la misma vocecita que ponía cuando aun vivía con los papas y la buscaba pa flemiar en cuanto parking y lugar oscuro de Bayamón y áreas limítrofes, le dije que estaba en el trabajo, que viniera. Quince minutos mas tarde llegó, cayéndose. Lo primero que me azotó fue la peste a ron que tenía encima (eso que yo estaba ya picau chévere). Nos sentamos en unos sofás que habían por el dj booth y cerramos las cortinitas por que íbamos “a hablar.” No pasaron cinco minutos y estaba ella encima mío, mamándome la oreja cual q-tip de ojos claros y yo forcejeando mas con la borrachera que con el zipper. Tuvimos el sloppiest, most nasty awesome sex ever, ella severamente drogada y yo severamente not over her. ¿Qué qué tiene que ver la canción con la anécdota? Nada. En lo absoluto. Tal vez que escucho esta canción y me recuerda la cosa cruda y jodia esa, de tirarse a alguien que ya no te quiere y que te esta chichando con odio quien sabe si por última vez y uno como que aprovechándose de eso dice: fucket, le voy a meter con cochineo por siaca no se repite y te vas a lo loco y cuando terminas dices como que “shet, me fui bien a lo loco” mientras te miras al espejo y te ríes solo, super proud de ser mas freak que Rick James.
Antes de que vinieran yo no escuchaba Coheed muy alto, o sea, me pompeaba ya enough pero whatever. Altito pero escuchable. Después del concierto, el cual fue una pompiaera y bellaquera otronivelosa, jamás he podido dejar el audio ni a mitad cuando sale en el shuffle. En especial como cuando falta -1:40 que la canción como que hace que termina media badtripiá como si hubiese acabau un soldado muerto asi tirau en el piso, pero no, un carajo, vuelve y sale mas encabroná que nunca, odiando al mundo con todos sus poderes zombie/necromancer, espada en mano y una escopeta en la espalda, trepá en un cabrón caballo negro con ojos rojos que bota fokin lava por la nariz, tumbando cabezas de orcos por todo fokin Mordor y tirándole una fokin flecha al cabrón ojo maligno ese, cabalgando entre el fuego hasta llegar a un sitio donde están congregados, Hitler, Sarah Palin, Bush, padre e hijo, el cabrón de Palmerides que me robó mi reloj de Winnie the Pooh en segundo grado, hay puñeta, y se baja del caballo terrible ese y de la nada saca una segunda fukin espada y empiezan a rodar las cabezas de todos los fukin cabrones de este mundo, mientras la banda entera toca enpericá y el cabrón de Claudio Sanchez con el kenton hijoeputa ese que nunca se peina hace un solo bien asqueroso de cabrón y cuando se acaba la música están todos los cabrones históricos y de la ficción muertos incluyendo a Palpatine, menos Darth Maul que se hizo bueno al ver tanto ósomnes y ya no hay necesidad de matarlo y están fukin Sandman, Constantine, Snake, Akuma, Hellboy, Scarlett Johanson vestía como en Iron Man pero con los panties de Lost in Translation, Goku Super Sayayin, el elenco de Cowboy Bebop, Audrey Hepburn vestía de Princess Leia cuando la atrapa Jabba y fumando Djarums con cara de bicha, Zoey Deschanel y Gwen Steffani cachapiando y fukin McLovin ofreciendo sandwichitos de mezcla hecho en pan de colores y Leeloo Dallas Multipass agarra como un koala a mi pierna como dios la trajo y Link, pero el de Twilight Princess al lado de uno dandote high fives, todos tomando Redbull con vodka y te dicen: “cabrón tu si que eres fukin badass” y uno súper en baja, como el que no quiere la cosa, se saca la sangre y los pedazos de carne de orco y de político de la cara con la manga del hoodie, y los mira y les dice “es que me entra una pompiaera tan fukin pendeja” y Batusai el Destajador me mira y dice: “cabrón te entiendo, te fukin entiendo” y uno se cae de rodillas gritando un fukin wooooooooooooooo que hace que se desprendan avalanchas y se activen volcanes y fukin tornados y relámpagos súper exageraus. Si mano, así de pompiante es esta pendejá.
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